Antibióticos de uso diagnóstico
Los antimicrobianos han permitido impulsar numerosos estudios en biología molecular y genética sobre todo, pero también ha sido de gran utilidad simplificando métodos diagnósticos en el laboratorio de microbiología como los siguientes ejemplos.
La nitrocefina es una cefalosporina cromogénica muy sensible a la acción de betalactamasas (cefalosporinasas) de bacilos gramnegativos que abren el anillo betaláctamico inestabilizando también el anillo de dihidrotiazina. Desde hace unos 25 años se utiliza en el laboratorio como sustrato para determinar la presencia de betalactamasas. Es un método sencillísimo para diagnosticar las resistencias a penicilinas y cefalosporinas.
La novobiocina es un curioso y viejo antibiótico natural (obtenido en 1956) al que se reconocen varios tipos de mecanismos de acción, que al haberse aislado de varias fuentes ha recibido varios nombres. Un disco de papel con una carga de 5 microgramos permite diferenciar Staphylococcus saprophiticus que es resistente, de Staphylococcus epidermidis. Como el 98% de los estafilococos coagulasa negativos aislados en clínica son de las especies S. epidermidis y S. saprophyticus, el uso dos pruebas sencillas. Coagulasa (S. aureus es coagulasa +) y sensibilidad a novobiocina facilita la identificación de los estafilococos patógenos.
La optoquina (etilhidrocupreina), derivado de la quinina se propuso para el tratamiento de neumonías. Ha quedado reducido su uso al diagnóstico de laboratorio por la alta toxicidad en el hombre. Los aislados de Streptococcus sensibles a la optoquina depositada en un disco de papel cargado con 5 microgramos corresponderán a Streptococcus pneumoniae.
La bacitracina es uno de los primeros antibióticos conocidos. Producido por cepas de Bacillus se ha usado tópicamente y en veterinaria. Al inhibir selectivamente a los Streptococcus pyogenes se utiliza de forma similar a la optoquina para el diagnóstico de en el laboratorio.
Los microorganismos gramnegativos que crecen en velo (fenómeno de Swarning) dificultando el diagnóstico, corresponden en clínica a Proteus y Pseudomonas sobre todo. La resistencia a colistina de los primeros y la sensibilidad de los segundos facilita la diferenciación.
Los mismos antibiogramas, especialmente el método disco-placa además de la indicación terapéutica, dan una valiosísima información al observador cuidadoso. Un disco de cloxacilina, ampicilina, amoxicilina/clavulánico, cefalotina y colocado estratégicamente uno de gentamicina dan información muy exacta del tipo de resistencia, algunos enzimas inactivantes, fenómenos de sinergismo etc. La apromicina es útil en el diagnóstico de cepas resistentes a aminoglicosidos productores de acetilasas. También es bien conocida la acción de algunos antibióticos como inductores de resistencias a otros antibióticos que se deben tener en cuenta en diferentes estudios epidemiológicos. Con un poco de imaginación combinando las posibilidades del antibiograma se puede hacer biología molecular “artesanal”.
La resistencia de anaerobios a cualquier aminoglicósido, así como la de los aerobios y facultativos a metronidazol, da a estos antimicrobianos una cierta aplicación práctica en el laboratorio de microbiología.
El medio Thayer Martín (VCN agar) es quizás el ejemplo más conocido de antibióticos en medio de cultivo selectivo de enriquecimiento para Neisserias. Los antibióticos que llevan vancomicina, colistina, nistatina y a veces trimetoprim, evita el crecimiento de la mayoría de microorganismos presentes en muestras uretrales, faringe o rectales salvo Neisserias. Ya en 1945 Dubos había propuesto el uso de tirotricina para el mismo fin.
Los rastreos epidemiológicos sobre todo en infecciones hospitalarias utilizan técnicas cada vez más sofisticados como fagotipia o ribotipia. Con frecuencia se pasa por alto la eficacia práctica de la caracterización bioquímica (biotipado) y el doble partido que se le puede sacar al antibiograma (antibiotipado). Pequeñas diferencias en la sensibilidad a los antibióticos pueden resultar discriminadores en una misma especie dependiendo del origen de la muestra, especialmente cuando se producen brotes hospitalarios.
J. Prieto Prieto.