87

BETALACTAMASAS AmpC PLASMIDICA DE ADQUISICIÓN NOSOCOMIAL.

Autores:
Mª José Gude González*. Servicio de Microbiología. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza..

Cristina Seral García. Servicio de Microbiología. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Universidad de Zaragoza.

María González Domínguez. Servicio de Microbiología. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.

Rocío Cebollada Sánchez. Servicio de Microbiología. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.

Mª Aranzazu Alcácera López . Servicio de Farmacia Hospitalaria. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.

Francisco Javier Castillo García. Servicio de Microbiología. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Universidad de Zaragoza.


INTRODUCCIÓN: Recientemente la resistencia a cefalosporinas de tercera generación ha aumentado debido a la presencia de betalactamasas de tipo AmpC entre miembros de la familia Enterobacteriaceae. Estas enzimas se caracterizan por actuar frente a penicilinas y cefalosporinas, pudiendo hidrolizar oxiiminocefaloporinas, cefamicinas (cefoxitina y cefotetan), y monobactams con la excepción de cefalosporinas de cuarta generación y carbapenems y no se ven afectadas por inhibidores de betalactamasas. El objetivo de este estudio fue analizar las infecciones producidas por enterobacterias portadoras de AmpC plasmídica (pAmpC) en nuestro hospital, su sensibilidad antibiótica y su relación con el uso previo de antibióticos.

MATERIAL Y MÉTODOS: Se analizaron los aislamientos de enterobacterias portadoras de pAmpC obtenidas de pacientes hospitalizados en el H.C.U. Lozano Blesa durante el periodo Junio 2008-Diciembre 2010. Los datos de identificación y sensibilidad antimicrobiana se obtuvieron por el sistema de microdilución en caldo (WIDER®, Francisco Soria Melguizo, Madrid, España) y la identificación de pAmpC se realizó mediante PCR multiplex con las seis familias de primers y posteriormente se confirmaron por secuenciación(Pérez-Pérez et al., 2002). Se recogió información sobre el uso de antibióticos durante el mes previo al aislamiento en todos los casos.

RESULTADOS: Durante el periodo estudiado, un total de 14705 enterobacterias fueron aisladas en nuestro laboratorio. De ellas, 38 (0,25%) fueron enterobacterias de adquisición nosocomial portadoras de pAmpC (32 E. coli, 4 K. pneumoniae, 2 P. mirabilis). Los pacientes, 13 varones y 8 mujeres, tenían edades comprendidas entre 42 y 90 años siendo mayores de 65 años el 68,42%. Los aislados se obtuvieron de muestras de orina (44,73%), piel, partes blandas y herida quirúrgica (34,21%), líquidos orgánicos (7,89%), sangre (5,26%), y otras muestras (7,89%). El 81,57% de los aislados eran portadores de la variante blaCMY-2 y el 18,42% de la variante blaDHA-1. Además de resistencia a cefoxitina (MIC>16 µg/ml), 27 de las 38 cepas tenían una MIC cefotaxima ≥8 µg/ml y 35 tenían una MIC a ceftazidima ≥8 µg/ml. En cuanto al uso previo de antibióticos, teníamos constancia de que 25 pacientes (65%) habían recibido tratamiento antibiótico previo al aislamiento: 14 de ellos con cefaloporinas (36,84%), 14 con fluorquinolonas (36,84%), 13 con carbapenems (34,21%) y 7 con combinación de betalactámico/inhibidores de betalactamasas (18,42%).

CONCLUSIONES: Los aislados portadores de AmpC plasmídica se obtuvieron principalmente de muestras de orina y tejidos, partes blandas y heridas quirúrgicas. blaCMY-2 y blaDHA-1fueron las únicas variantes pAmpC encontradas en las infecciones nosocomiales. En los aislados portadores de pAmpC, las MIC observadas para ceftazidima fueron más altas que para cefotaxima. Dos de cada tres pacientes habían recibido tratamiento antibiótico previo a la infección.


Palabras clave: enterobacterias; AmpC plasmidica;